"Ellas y ellos estuvieron…" - Libertad Lamarque

Por Eduardo Agüero Mielhuerry.

Cultura y educación24/10/2024NdANdA
Libertad Lamarque

Libertad Lamarque nació en Rosario, Santa Fe, el 24 de noviembre de 1908. Sus padres fueron el uruguayo Gaudencio Lamarque y la viuda española Josefa “Pepa” Bouza –madre de siete hijos-. Ambos tuvieron tres hijos más, dos de los cuales fallecieron de pequeños.

            Libertad, creció muy cerca de la severa disciplina de su abuela paterna. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Bernardino Rivadavia y posteriormente, en el Colegio “Arcelia Delgado de Arias”. Desde pequeña, se sintió atraída por la actuación y a la edad de siete años, realizó sus primeras presentaciones en funciones a beneficio con pequeños papeles. Continúo presentándose en carnavales locales y desfiles llevados a cabo en plazas públicas, llegando a integrar, en 1920, un grupo de actuación llamado “Los libres”, con el que participaba en festivales del ámbito sindical en el que se desenvolvía su padre. 

            Cuando contaba con 15 años, fue contratada por José Constanzó para realizar una gira por el sur de la provincia de Buenos Aires con una pequeña compañía teatral. Inicialmente se presentaron en el Teatro Argentino de La Plata, donde conoció a Azucena Maizani, para luego proseguir por ciudades como Azul, Tandil, Bahía Blanca y Coronel Pringles.  

Debut protagónico casual en Azul

            El debut de Libertad Lamarque como protagonista principal de un  espectáculo se produjo casualmente el 16 de mayo de 1924 en el Teatro Español de Azul. Formaba parte del elenco de la obra “Airiños da miña terra”, de la “Compañía Argentina de Comedias y Dramas” de José Costanzó. En la oportunidad tuvo que reemplazar a Aurelia Musto, la cantante principal de esta compañía que por razones de enfermedad no podía tomar parte de la actuación.

            Libertad y el elenco permanecieron realizando funciones en Azul durante toda una semana. La última presentación la realizó el 25 de mayo del mismo año, para el día siguiente partir rumbo a un nuevo destino que marcaba el itinerario programado para la gira. El público se exaltó tanto con su interpretación del tango “El huérfano” que la ovacionó para que saliera al escenario a cantarlo nuevamente. 

Una larga carrera

            En 1923, Pascual Carcavallo, propietario del Teatro “El Nacional”, decidió contratarla por un año.​ En los últimos meses de 1924, realizó su debut como extra y corista en la obra “El dueño del pueblo”. El contrato se extendió a cuatro años y llegó a participar en cerca de quince obras, entre ellas “Tucumancito”, “El botonazo” y “El gaucho negro”.

            Carcavallo le financió clases de teatro y, tras oír su interpretación del tango “Tanita de la proa”, le solicitó que cantara “Mocosita”, cuyo estreno en la obra “La Porota” recibió un rotundo éxito. Al mismo tiempo, incorporó otros tangos a su repertorio, siendo seleccionada, en 1925, para intervenir en la obra “Fruta picada”, que se estrenó a modo de agasajo para el príncipe de Gales en ocasión de su visita a la Argentina.

            Dos meses después, debutó en Radio Prieto y fue contratada por la empresa RCA Victor para grabar un disco. El 2 de septiembre de 1926, grabó sus primeros temas musicales: la tonada “Chilenito” y “Gaucho sol”, ganándose sin discusión un lugar entre las cancionistas destacadas de la época, junto a Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ada Falcón y Tita Merello.

            En 1929, Carcavallo la convocó para protagonizar el sainete “El conventillo de la Paloma”, siendo reemplazada en 1930 por Tita Merello. Al mismo tiempo, acompañó a Milagros de la Vega y Carlos Perelli en “La sangre de las guitarras” y comenzó el rodaje del filme mudo “Adiós, Argentina”, estrenado el 12 de marzo del año siguiente. Pronto, Luis César Amadori la contrató para actuar junto a Florencio Parravicini en una compañía de espectáculos de revista en el Teatro Maipo.

            En 1931, fue elegida “Reina del tango” por votación popular entre muchas otras cancionistas de su época. Al año siguiente realizó una gira por Paraguay y diversas provincias argentinas junto a músicos como Gregorio Rivero, Ángel Las Heras y Nicolás Ferrari. 

            En 1933 fue convocada por Argentina Sono Film para comenzar a filmar ¡Tango!, la primera película sonora argentina, bajo la dirección de Luis José Moglia Barth. Dos años más tarde, se consolidó como actriz melodramática con su actuación en “El alma del bandoneón”, emprendiendo una gira por Argentina, Chile y Perú, brillando como cancionista junto al trío Rodio-Malerba-Artola. 

            Ante la negativa de los autores del momento a arriesgarse a escribir para el cine sonoro, Lamarque decidió ser la argumentista de su próxima película, “Ayúdame a vivir” (1936), la que a pesar de las críticas, fue un éxito para el público. Por esa época fue contratada por Jaime Yankelevich como figura principal de Radio Belgrano, emisora en la que permaneció diez años.

            En 1937, protagonizó el romance musical “Besos brujos”, donde tuvo como galán a Florén Delbene, presentando el tango homónimo que da origen al título del filme. “La ley que olvidaron”, fue su consolidación.

            “Madreselva” (1938) y luego “Puerta cerrada”, fueron presentadas en Francia cosechando un notable éxito y grandes elogios durante el Festival de Cine de Venecia.

            En 1940, Libertad recibió el premio a la mejor actriz extranjera en Yugoslavia. Y siguieron películas como “Caminito de gloria”, “La casa del recuerdo”, “Una vez en la vida”, “Yo conocí a esa mujer” y “Cita en la frontera”. 

            Continuó su carrera en teatro de forma alternada en obras musicales como “Tres valses”, una adaptación de la opereta de Oscar Straus. 

            En 1942 realizó la película “En el viejo Buenos Aires”, filme basado en la epidemia de fiebre amarilla de 1871 y recibió buenas críticas por parte de la prensa. 

Libertad y “Evita”, incompatibles

            Su contrato con los Estudios San Miguel marcó también su paso al género de la comedia. En 1943 protagonizó “Eclipse de sol”, para la cual debió cambiar la tonalidad de su cabello a rubio platinado. Un año más tarde, en “El fin de la noche”, compuso el personaje de Lola Morel, generando polémica ya que sus escenas realistas sobre la Segunda Guerra Mundial en Francia fueron cuestionadas por la embajada alemana, motivo por el cual las proyecciones en cine fueron suspendidas una semana después de su estreno.

            Lamarque y Juan Domingo Perón se conocieron circunstancialmente en 1944 cuando un terremoto produjo severos daños en la provincia de San Juan. En su autobiografía, Lamarque expresó que a partir de la asunción de Perón a la presidencia de Argentina en 1946, no recibió más contratos para trabajar en el país, lo cual atribuyó a su relación conflictiva con la actriz Eva Duarte de Perón. 

            Lamarque explicó que nunca tuvo un vínculo cercano con “Evita” pero padeció algunos inconvenientes con ella durante la filmación de “La cabalgata del circo” en 1945, de la que ambas formaron parte. Pasados los años, socarronamente, Libertad solía decir que “de alguna manera, gracias a mi pelea con Evita, conquisté América. De no haber sido así, mi nombre hubiera quedado en el anonimato”.

“La novia de América”

            Antes de partir en gira al exterior, había dejado finalizada su última producción cinematográfica, “Romance musical”, que se estrenó en 1947. En Cuba, fue recibida por una multitud de personas y se presentó en el Teatro América, donde fue popular su interpretación de “El tumbaíto”. Luego se presentó en República Dominicana, donde tuvo una recepción similar.

            Previo a sus presentaciones, la actriz mantenía charlas de asesoramiento con Casandra Damirón, que le proporcionaba información acerca de los modismos, costumbres y frases típicas del lugar. Sus actuaciones costumbristas tuvieron aceptación en el público y le valieron el apelativo de “La novia de América” por parte de la prensa pública cubana. 

            La gira continuó por Venezuela, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

            A su retorno a la Argentina, su amigo Pascual Carcavallo, aunque desconociendo la procedencia de la orden, le informó que había sido prohibida y no podía continuar trabajando en el país. Como consecuencia, Lamarque se vio impedida de estrenar en el país sus dos películas mexicanas, “Gran Casino” y “Soledad”. En su autobiografía, Lamarque señaló que comenzaron a emitirse panfletos humorísticos en su contra y que la revista ¿Qué? fue clausurada luego de que una foto suya saliera en una de sus portadas. En otra ocasión, la entrada de su casa apareció marcada con una cruz blanca, símbolo que la señalaba como «oligarca disidente». Todo ello hizo que Lamarque abandonara Argentina y radicara en México junto a su segundo esposo (se había separado de Emilio Romero, con quien tuvo a su única hija Libertad Mirtha; luego, se había casado el 24 de diciembre de 1945 con Alfredo Malerba, quien la acompañaría en México y de quien se alejaría en los años ’80).

México

            Libertad Lamarque y Niní Marshall entablaron una estrecha amistad. Al poco tiempo, Libertad consiguió trabajo en el local “El Patio” y realizó una gran cantidad de películas, con las que llegó a formar parte de la denominada “Época de Oro” del cine mexicano.​

            Una de sus primeras producciones más exitosas fue “La loca” (1951), donde Lamarque compuso a una mujer que enloquece tras la muerte de su marido. A dicho fil siguieron “Ansiedad”  (1952) y “Cuando me vaya” (1953).

            En 1955, compartió cartel nuevamente con Pedro Infante en “Escuela de música”, siguiendo por “Huellas del pasado”, “Otra primavera” y “La mujer X”.​ Libertad también realizó roles cómicos como en “Mis padres se divorcian” (1957) y “La cigüeña dijo sí” (1958), donde compartió cartel con Arturo de Córdova, su galán en el cine por excelencia y uno de las preferidos por el público. Filmó, además, “Yo, pecador” (1959) y “Rosas blancas para mi hermana negra” (1969), intercalaba el tema racial con el entonces novedoso trasplante de corazón.

            En 1960, Lamarque retornó brevemente a Argentina para filmar “Creo en ti”, una coproducción argentino-mexicana con Jorge Mistral que significó un fracaso comercial. Al año siguiente, protagonizó su única película española, “Así era mi madre”, también conocida como Bello recuerdo, junto a la joven estrella Joselito y Sara García.

Volver…

            Ya de regreso en Argentina, a fines de los años de ’60 intervino con mayor frecuencia en el programa de televisión “Sábados Circulares” de Nicolás Mancera, estrenando también la comedia musical “Hello, Dolly!”, representada en el Teatro “El Nacional” en 1967 y dirigida por Daniel Tinayre. El productor Alejandro Romay la convocó para protagonizar el espectáculo “Aplausos” en 1972. ​

            En 1972, Libertad protagonizó la telenovela en Venezuela “Esmeralda” y, posteriormente, “Mama”. Sin embargo, su mayor éxito televisivo fue “Soledad”, ​ una telenovela producida en 1980 por la cadena mexicana Televisa. En 1981, la telenovela se transmitió también en Argentina por Canal 11. El productor Goar Mestre le propuso producir otra telenovela en Argentina, “Amada”, que se estrenó en octubre de 1983.

            En 1972 y 1978, Lamarque realizó sus últimas dos apariciones cinematográficas argentinas en “La sonrisa de mamá” con Ramón “Palito” Ortega y “La mamá de la novia” con Mercedes Carreras. Lamarque estrenó la melodía “Se parece a mi mamá” en compañía de Ortega, cuya interpretación en el Día de la Madre se volvió ampliamente popular desde entonces.

Más trabajo y reconocimientos

            Hacia el final de su carrera, Lamarque fue objeto de múltiples reconocimientos por su vasta trayectoria. En 1978 recibió una condecoración del presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y en 1980, de nuevo en México, compartió el premio de la Asociación de Críticos de Nueva York con la actriz María Félix. ​ Ese año, el Museo del Cine le entregó la Cámara Pathé. En 1985, recibió en Argentina el premio Konex de Platino a la Mejor Cantante de Tango.

            En 1982, protagonizó la revista musical Libertad Lamarque, ¿es una mujer de suerte? en el Teatro Lola Membrives. En 1988, hizo una temporada por tres meses en el Teatro Ópera de Mar del Plata con un espectáculo musical llamado A todo tango II.

            En 1989, fue homenajeada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en España. También recibió el Caesar Awards otorgado por la Asociación de Teatro Americano a los artistas latinoamericanos y se colocó una baldosa con su nombre en la vereda del Latinstar en Miami. En 1990, fue designada “Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires” y el 15 de noviembre de 1991, el Concejo Municipal rosarino la distinguió como “Ciudadana ilustre de Rosario”.

            Libertad realizó un espectáculo titulado “Tangos y Nostalgias”, presentado en la inauguración de Expo-Sevilla en 1992, con el que recorrió más de quince ciudades de Latinoamérica. En 1993, viajó a Buenos Aires para recibir el premio Podestá a la Trayectoria. 

            El 1 de diciembre de 1995, se le concedió un homenaje en el Teatro Nacional Cervantes donde fue distinguida con el honor de “Personalidad Emérita de la Cultura Argentina”. En 1996, estrenó en el Teatro Gran Rex el espectáculo musical, “Entre nosotros”, ​ donde cantó tangos y boleros a dúo con María Marta Serra Lima, de quien fue íntima amiga.

            A la edad de 89 años, Lamarque realizó su último registro discográfico en colaboración con Enrique Chía, de la que destaca su interpretación de “El día que me quieras”.​

            En 1998, a la edad de 90 años, interpretó a Piedad Bracho, una anciana alcohólica, en la telenovela mexicana “La usurpadora”. Fue emitida en varios países como Colombia, Brasil, Croacia, Estados Unidos, Ecuador, Grecia, Argentina, Paraguay, Perú y Chile.

            En 2000, la actriz se encontraba grabando la telenovela infantil “Carita de ángel”, donde cumplía el papel de la madre superiora Piedad de la Luz, cuando comenzó a sufrir fuertes dolores en su espalda y debió ser internada de urgencia en el Hospital Santa Elena de Ciudad de México. 

            Libertad Lamarque falleció el 12 de diciembre de 2000 a los 92 años de edad. 

MÁS INFORMACIÓN EN: www.historiasypersonajesdelazul.blogspot.com

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