Cuatro años después del cierre de FanAzul

Cuatro años después del cierre de Fanazul las ausencias siguen sintiéndose por todos sus rincones. Los testigos presenciales del cierre recibieron las promesas de reapertura que aún hoy están lejos de cumplirse, porque para que vuelva a producir, la reactivación necesita de mucho tiempo y dinero.
El próximo 28 de diciembre, se cumplirán 5 años del cierre de Fanazul, 78 de los 260 trabajadores han recuperado su fuente laboral, pero sostienen que jamás se recuperará del desguace que hizo el gobierno de Mauricio Macri.
La empresa emblemática Fanazul no solo albergaba la mayor cantidad de trabajadores del distrito, sino que además, en Sudamérica era considerada como la única planta en su estilo a lo que se refiere en producción de explosivos de grueso calibre. Y aunque la pandemia hizo estragos en nuestra manera de priorizar los problemas que nos tocan atravesar, para los fabriqueros hoy, sentir que comenzó el proceso de reapertura es esencial, ya que ellos vivieron el paso del tiempo y muchos pusieron su vida en pausa.
Alejandro Troman es fabriquero y Profesor en Ciencias Políticas, posee un posgrado en economía en la Universidad de Avellaneda y es calderista especializado con título, por esa razón está dentro de los 78 trabajadores que fueron reincorporados. Para él, el cierre de Fanazul hay que ubicarlo dentro de un contexto geopolítico, en donde las potencias políticas marcaron al gobierno de ese entonces, el camino a destruir cualquier posible defensa que podría tener nuestro país.
Además de dinamita, mastermix, la carga y descarga de proyectiles de grueso calibre, y el boosters, la fábrica era la única en Sudamérica en fabricar TNT de grueso calibre, mientras que los demás países debían depender de otras potencias para adquirir explosivos, explicó Troman, y añadió: “Eso es fundamental entenderlo, cuando a nosotros nos cerraron la fábrica, el interés geopolítico para desactivarla radicaba en que Argentina quedara sin defensa”.
Para el fabriquero, la decisión política del Gobierno Nacional estaba absolutamente orientada a intereses políticos económico externos, ya que dentro del contexto mundial, y sobre todo dentro de Latinoamérica, nuestro país tenía como fortaleza que Fanazul estuviese operativa, resultando una amenaza para los países vecinos, sin ella y ante una posible necesidad de defensa, Argentina tendría que salir a comprar lo que antes producía y hacerlo sin recursos económicos sería absolutamente imposible.
Por otro lado, se han dado a conocer la existencia de tres proyectos independientes para Fanazul que tienen que ver con la creación de una planta para la destrucción de chalecos antibalas, y para armamento que está en desuso, volver a la producir materiales explosivos y la innovadora posibilidad de cultivar cannabis y cáñamo con fines medicinales.
Y al respecto, el fabriquero no solo está en desacuerdo, sino que tiene una postura tomada, y la sostiene con sus declaraciones: “Yo estoy en desacuerdo con el cannabis, de igual manera de que se construyan viviendas en territorio de las Fuerzas Armadas, o sea en el territorio nacional, el territorio del Estado”. Seguidamente reafirmó: “No estoy de acuerdo para nada, porque las Fuerzas Armadas cumplen un rol fundamental en nuestra sociedad desde hace cientos de años, como la cumplen en todos los Estados Nación que de alguna manera, digamos, privilegian su soberanía”.
En otro orden de cosas, como calderista matriculado Troman contó que, día a día coloca su granito de arena para poner en operatividad las calderas que aunque no están habilitadas, ya se encuentran en marcha preparadas para cuando deban trabajar en la producción, pero considera que “aunque hay zonas de la empresa que se encuentran produciendo, el proceso de reactivación va a llevar mucho tiempo y mucho dinero que ni siquiera se tiene, ya que el fondo económico que se tenía para la defensa, fue utilizado en la pandemia”.
Viéndolo desde la perspectiva actual, el fabriquero se refirió a diciembre de 2017 y fue contundente: “El desguace que sufrió Fanazul es irreversible sino se hacen las inversiones necesarias, y esas inversiones costarán mucho dinero y llevarán mucho tiempo”, y adicionó que “las cosas que no se pudieron llevar las rompieron completamente, y eso te da una idea de ensañamiento destructivo que hubo al momento del desmantelamiento”.
Como fue su cierre
El día 1 de febrero de 2018 y mediante un Comunicado de prensa el interventor de Fabricaciones militares informaba:
“Con fecha 28/12/2017 se dispuso que la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Azul, no estuviese operativa hasta el 14/02/2018.
Durante dicho periodo se consideraron distintas propuestas para evaluar las condiciones operativas de dicha planta.
Como resultado de los estudios realizados, informamos que se concluyó que no es posible mantener la continuidad de la planta de Azul, por lo que en consecuencia comunicamos que ha dejado de producir en forma definitiva en todas sus líneas de producción”.
Se podría haber evitado
Año 2022 y luego de haber atravesado la pandemia, y habiendo afectado el (Fondef) fondo para la defensa en los gastos de hospitales de campaña y compra de ambulancias, parece muy complicado pensar en su verdadera funcionalidad. Pero con el diario del lunes, el profesor en Ciencias políticas consideró que “el cierre se podría haber evitado, cómo se podría haber evitado el cierre de muchas empresas de industria nacional a lo largo de muchas décadas”.
El cierre de Fanazul responde a intereses políticos de un gobierno nacional que buscaba que argentina no tuviera ninguna posibilidad estratégica de defensa, y dentro del contexto que atravesaba el país tenía mucho sentido, por eso rememoró la pérdida del submarino Ara San Juan con sus 44 tripulantes en donde no hubo una decisión ni de encontrar a los tripulantes ni a la nave, había un desinterés orientado a destruir las fuerzas de defensa de nuestra Nación.
Por eso, Troman remarcó que “el cierre de Fanazul no puede analizarse en cuestión de pérdidas o déficit porque no era un empresa que brindaba servicios”.
Al respecto explicó: “Es como decir vamos a cerrar el Ejército porque no hay guerras, pero la hipótesis de conflicto bélico siempre va a estar; o vamos a retirar los aviones, ejército, armada, la Fuerza Aérea, porque no hay guerra”.
Y fue contundente sobre su opinión: “Visto desde un lugar de déficit, claro que genera déficit, pero andá a preguntarle a Estados Unidos si deja de solventar a las Fuerzas Armadas. O preguntá en cualquier país que quiere ser potencia o que de alguna manera entienda la soberanía desde ese lugar, no desde ese lugar de la desactivación de todo lo que tiene que ver con arsenales militares y fuerzas armadas. Eso existe en todo el mundo y no se evalúa si da perdida porque no es un kiosco”.
Además manifestó que “es necesario que exista una buena gestión detrás, o sea que genere más déficit, y por ello fabricaciones Militares buscaba ingresar sus productos en el mercado nacional e internacional más allá de proveer a la industria estatal de las FFAA (Fuerzas armadas)”.
El día después de mañana
Frente a la realidad de ser despojados de sus puestos de trabajo, también les intentaron arrancar la dignidad y frente a ello, los fabriqueros ahora ex, comenzaron a dedicarse a los diferentes oficios que sabían hacer.
Muchos otros, debieron emigrar como es el caso de Alejandro que trabajó un año en Estados Unidos y tres años en Santa Fe, para luego regresar a Azul y reincorporarse a Fanazul.
Otros compañeros se dedicaron a la herrería, y dentro de la ciudad se los conoce como la “Herrería Fanazul”, otros hacen bloques para la construcción, realizan fletes, comida por encargue, y algunos entraron a trabajar a lugares que poco tenían que ver con las tareas que realizaban dentro de la fábrica, y hasta hay quienes comenzaron un pequeño emprendimiento a partir del dinero que recibieron.
Dinero que no fue mucho, ya que, y recordando el eterno reclamo que mantenían los trabajadores “ellos no formaban parte de la planta permanente”, explicó el fabriquero. Los trabajadores tenían un precario contrato que si bien se renovaba de manera anual, no formaban directamente parte de Fanazul, y por ello al momento del cierre solo les dieron un dinero que tenía que ver con las vacaciones pero que, claramente estaba muy lejos de ser una indemnización.
¿Fanazul está operativa?
Antes del cierre la fábrica Fanazul tenía operativos los siguientes sectores: planta D de Nitroglicerina, planta G de producción de TNT, planta F de fabricación de Boosters y carga de proyectiles de grueso calibre (81, 105 y 120 mm), planta E de fabricación de Pólvoras, planta K de elaboración de Dinamitas y Anfo, y el Laboratorio en donde se realizan los análisis de muestras productivas, hoy cuatro años después, ninguna de estas plantas se encuentra produciendo, por ello aunque Fanazul está regresando, aún queda muchísimo por hacer.
La fábrica hoy se encuentra en un estado casi irreversible, explicó el calderistas, y confirmó que “en su momento se llevaron cerca de 70 camiones con maquinarias fundamentales y esenciales para la productividad de Fanazul, como son los compresores, las bombas de alta tecnología, y las herramientas que eran el corazón de Fanazul”. Para finalizar reveló que “esas máquinas y herramientas hoy se encuentran operativas en otras empresas, lo que obliga a pensar que será muy difícil recuperar económicamente todas los equipos que eran esenciales para la producción, y aunque hay zonas que ya se encuentran listas para trabajar, el proceso de operatividad aún se encuentra muy lejano”.
Las cabezas de Fabricaciones Militares
Fabricaciones Militares Sociedad del Estado fue fundada el 9 de octubre de 1941, cumplió 80 años y se especializa en el desarrollo y suministro de soluciones integrales de productos y servicios para la defensa y la soberanía nacional.
Cuenta con cinco unidades de negocios para la Seguridad y la Defensa, Metalmecánica, Químicos y Pólvoras y Explosivos, cuanta con cinco plantas: Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, Fábrica Militar Río Tercero, Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María, Fábrica Militar San José de Jáchal y Fábrica Militar Fanazul, más la Sede Central.
Así como en su momento podríamos afirmar que todos los azuleños sabíamos quién era Luis Rivas “El interventor”, el actual Gobierno Nacional mantiene otros criterios en la información que decide divulgar sobre FM. Por ejemplo, en la planta de Fanazul se encuentra de Director el ingeniero Oscar Horacio Espinosa, cuando se dificulta recordar quien se encontraba en nuestra ciudad bajo la gestión de Macri.
Como declaración de relevancia, Espíndola anunció que se continúa trabajando en el proyecto de destrucción de chalecos antibalas dentro del lugar, pero el objetivo es lograr recuperar la operatividad en un 100%, por esta razón, en el mes de marzo pasado, el Director de fabricaciones militares Iván Durigón realizó una revisión sobre los avances en materia de infraestructura y seguridad dentro del predio de Fanazul, este proceso es necesario para continuar avanzando en el proceso de reactivación, sin duda siguiendo la misma línea política que comunicó el actual ministro de Defensa Jorge Taiana cuando para los 80 años de Fabricaciones militares enunció que "a pesar de los embates de algunos gobiernos FM sigue viva".
De igual manera que la sienten viva aquellos que están regresando a Fanazul, o los que esperan pronto ser reincorporados a la emblemática planta de explosivos azuleña.
