Grave denuncia de una empleada del Hospital Dr. Ángel Pintos

Una empleada municipal denunció que una bioquímica del Hospital Pintos trae muestras de un laboratorio privado y las analiza con insumos y recursos humanos del hospital público, y que por ello sufre hostigamiento.

La ciudad 09/03/2023 NdA NdA
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En principio la denuncia es por “hostigamiento y violencia laboral en el Servicio de Bacteriología del Hospital Municipal de Azul”, pero más adelante, Adriana Olguin habla sobre los hechos que llevaron a esa situación, en donde una bioquímica que trabaja en un laboratorio privado y dentro del nosocomio, lleva las muestras del privado y con insumos públicos realiza los análisis en el Pintos.

La denuncia se encuentra radicada en la UFI 13 y es donde la trabajadora desde hace 31 años del hospital, Adriana Inés Olguin, de 56 años, manifestó que: “el día 30 de noviembre pasado como todo los días, lo primero que hago es ingresar las órdenes de los pacientes con las muestras que ingresaron el día anterior, advierto que había una orden a nombre de una persona llamada Mónica, que entre paréntesis decía enfermera, sin historia clínica solo con el nombre de un ginecólogo del hospital, pero sin sello ni firma”. 

Explicó que como la Bioquímica María Anastasia Schiaffino, quien cumple funciones en su misma área y es jefe de manera tácita, se auto proclama de esta manera sin serlo, insiste en que todas las órdenes tengan la historia clínica, porque luego deben ingresarse al  programa llamado Whonet, por ello, es que primero consultó en el sistema para tener más datos de esa paciente. Como Mónica tenía historia clínica y obra social, decide comunicarse con la vecina, porque en el sector habitacionado le dijeron que no trabajaba como enfermera del centro médico.

Una vez que logró comunicarse con Mónica, la misma le informa que no es enfermera sino docente, y que no había llevado ninguna muestra al hospital, sino que entregó un cultivo en el Laboratorio Vélez Sarsfield, ubicado en calle Burgos y Prat.

En ese laboratorio justamente trabaja la bioquímica Schiaffino, y según declaró Olguin en la denuncia, Olguin, 20 minutos más tarde de ese llamado, recibió una comunicación de Schiaffino totalmente enfurecida, que le dijo que estaban furiosas con ella y que no tenía que insistir con la facturación ni las obras sociales, ni llamar a los pacientes porque había generado un problema muy grande.

Igualmente, Olguin remarcó que la bioquímica siempre le cuestionaba la facturación y le impedía que buscara los datos de los pacientes en los distintos registros, que cuando llegaba al Hospital a las 11 horas, porque no cumplía el horario, ya que solo estaba en el hospital de 7.30 a 8 horas y luego se iba al laboratorio Vélez Sarsfield hasta las 11, horario en donde regresaba al nosocomio y traía dentro de su cartera los cultivos bacteriológicos para realizarlos en el hospital, porque en el laboratorio privado no efectúa esas prácticas, haciéndolo con insumos y recursos humanos del hospital público, pero el nosocomio no puede facturar, ya que no se puede acceder a los datos de los pacientes. 

Asimismo, Olguin agregó que de igual manera ocurre cuando la bioquímica trae muestras que son de las localidades de Bolívar o de Alvear, o de pacientes internados en el Sanatorio Azul, ya que no son muestras de pacientes con domicilio en nuestra ciudad.

Olguin declaró que desconoce si la bioquímica lo cobra o no, solo aseveró que los recursos con los que se realizan los análisis bacteriológicos son públicos, son recursos del hospital Pintos, y que aunque los pacientes tengan obras sociales para poder realizar la facturación, resulta imposible cobrarlo ya que no se cuenta con ninguna información de las muestras de esos pacientes.

Luego de ocurrido este hecho, la trabajadora dijo que Schiaffino la trató mal y le dijo “cuantas veces te dije que no jodas con la facturación y te dejes de joder con las obras sociales, desde hoy te prohíbo que hagas la facturación, y si seguís haciéndolo te pido el pase a otra área”. Pero Olguin, comentó que en su tarea como secretaria administrativa, es su obligación realizar la facturación, porque es un ingreso más para el hospital y los empleados no profesionales cobran un plus por realizarlo.

Por otro lado, agregó que tiene mandato de Schiaffino de no recibir órdenes de la Unidad 7 y 52, y que en esos casos debe devolver la muestra y consultarle a ella, para que determine cuando le dará un turno, situación que ocurre, según Olguin, porque la bioquímica fue despedida del servicio penitenciario por no poder justificar la compatibilidad horaria, y también por no cumplir con el horario, ya que en su momento realizaba los tres trabajos en el mismo momento.

El miedo de Adriana Olguin es que aunque Schiaffino se encuentre suspendida por 60 días por el sumario administrativo municipal que se inició a raíz de lo denunciado, muchas veces se ha utilizado el sello de ella para entregar los estudios a los pacientes. Conjuntamente explicó que, sus compañeros a quienes nombró en la presente denuncia no le dirigen la palabra, y cuando faltó le tiraron todos sus objetos personales que tenía en su escritorio, y en una actitud infantil, hasta sacaron su nombre del cajón y lo trabaron.

De todas maneras, ella quiere que se haga público, porque tiene miedo que luego de transcurrido el tiempo del sumario administrativo, todo vuelva a ocurrir y más allá del hostigamiento que sufre, el hospital continúe gastando sus recursos en personas que tienen obra social y pueden pagarlo.

 

 

 

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