Columna de opinión política: "Las individualidades en la política atrasan"

El camino del diálogo y de los acuerdos siempre tiene muchos tropiezos, idas y venidas, avances y retrocesos. A pesar de ello, sigue siendo la única opción que deberíamos elegir todos los que tenemos un rol de representación y ejercemos algún cargo en la función pública. En estos momentos de cansancio social y de hartazgo, la dirigencia no puede encerrarse en internas que desgastan la gestión y siembran más desconcierto.
Nos agobian demasiadas cosas como para sumar peleas que, lejos de solucionar algo, nos distraen de lo que realmente es importante. Desde nuestro espacio siempre hemos sostenido la importancia de trabajar en conjunto porque, aun con diferencias y miradas distintas, creemos profundamente en el valor de un equipo de gobierno. Los mesianismos individuales solo nos llevan al fracaso y a la confrontación estéril.
El liderazgo en política se construye a partir de esos valores comunes que ponen en primer lugar, además del trabajo en equipo, la transparencia, la honestidad y el compromiso por la gestión. Nada de eso es posible sin un plan, sin un programa de gobierno que se oriente a mejorar la vida de cada vecino, a transformar la realidad y a generar oportunidades de crecimiento. Es escuchando, incluso aceptando críticas o reconociendo errores, cómo tenemos que seguir construyendo una alternativa para salir adelante.
Desde 2008, el PRO en Azul es una fuerza política que sigue sumando y aportando a un proyecto de país y de ciudad que quiere poner a la política al servicio de la gente desde la positividad, la cercanía y un futuro posible. Junto a Mauricio Macri y a muchos otros dirigentes nacionales, provinciales y locales compartimos esa visión que hoy, tal vez más que nunca, está vigente y nos compromete a la unidad de Juntos por el Cambio y a sumar propuestas que nos permitan hacer de ese cambio algo profundo, para dejar atrás el populismo que nos ha enfrentado y dividido, que nos aisló del mundo y representa un fracaso como sociedad.
Nuestra ciudad tiene por delante enormes desafíos. Nadie puede enfrentarlos solo. Estoy convencido de que se necesita un equipo y un plan que nos oriente en la dirección correcta. Ese proyecto común de ciudad no surge de la nada. Sumar ideas y propuestas tiene que ser parte de una propuesta de gobierno abierto y transparente, de una gestión capaz de transformar una realidad que tanto nos duele y nos interpela. Si queremos salir adelante, al potencial que tenemos es necesario sumarle el compromiso de trabajar juntos, dejando de lado las individualidades que, en la política, solo atrasan y nos debilitan. Prensa PRO
