Internas de la Unidad 52 elaboraron Juegos Didácticos para un Jardín

En un conmovedor acto de solidaridad, mujeres privadas de libertad de la Unidad 52 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en Azul confeccionaron y donaron juegos didácticos y mobiliario para el Jardín Maternal Municipal Irma Camilo de Gay, beneficiando a 116 niños y niñas.

Este significativo proyecto, apoyado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por Juan Martín Mena, se llevó a cabo en el taller de carpintería de la cárcel. Las internas, coordinadas por personal penitenciario, confeccionaron un baúl de madera con 50 bolsitas de tela, cada una conteniendo un juego didáctico, además de un conjunto de mesa y sillas para el jardín.

La iniciativa no solo representa un valioso aporte a la comunidad, sino que también proporciona a las internas la oportunidad de aprender y perfeccionar distintos oficios, preparándose para su reintegración laboral. Los materiales de pintura fueron aportados por el jardín de infantes, mientras que los retazos de tela y madera reciclada fueron cedidos por el polo industrial del SPB en la Unidad 1 de Olmos.

Victoria, una de las participantes del proyecto, expresó su gratitud y alegría: "Estoy muy contenta con hacer estas actividades y poder colaborar desde nuestro lugar. A nosotras nos alegra saber que esto ayuda y saca una sonrisa a los niños. La mayoría de nosotras es madre, así que tiene un toque especial de amor. Es algo hermoso que nos den este lugar en talleres y que tengamos la oportunidad para crecer también a nivel personal".

La entrega de los juegos didácticos y el mobiliario se realizó con la presencia de la directora de la Unidad 52, Amalia Vidal; la subdirectora de Asistencia y Tratamiento, Yanina Cueto; y personal de talleres, entre ellas, Evelyn Castro. Las autoridades visitaron el jardín de infantes, donde fueron recibidas por la directora, Adriana Casaburi, y compartieron un tiempo con los niños y niñas.

Vidal destacó la importancia de colaborar con instituciones de la sociedad, subrayando que estos actos contribuyen significativamente a la resocialización y re-vinculación de las mujeres privadas de libertad. Esta iniciativa es un claro ejemplo de cómo, a través de la solidaridad y el trabajo conjunto, se puede lograr un impacto positivo tanto en la comunidad como en la vida de las internas.